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Recomendación literaria: Verónica Torres se rebela contra el mundo.
Una historia autobiográfica que sucede en un colegio de monjas no es un eslogan de esos que enganchan lectores. Mejor sería decir algo sobre historias ocultas, apariciones extrañas y misterios por resolver, ¿no? Pues algo así debieron pensar quienes decidieron el texto de la contraportada de Verónica Torres se rebela contra el mundo, porque su mensaje adolece de esas sinopsis que, sin ser falsas, no son ciertas.
La historia que vamos a encontrar en esta novela de María Menéndez-Ponte no trata sobre grandes misterios por resolver. O sí, porque no hay misterio más grande que el misterio de la vida, máxime si lo vemos a través de los ojos de la infancia.
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Recomendación literaria. Hay un niño fuera de mi armario, de Anabel Botella.
¿Qué niño no ha tenido monstruos dentro de su armario? Dentro del armario, debajo de la cama o detrás de la puerta, los monstruos forman parte de la infancia. En una edad en la que la razón todavía no ha superado a la imaginación, tener miedo a seres fantásticos es habitual. Pero, ¿alguien ha reflexionado sobre qué piensa el monstruo de dentro del armario? Porque si ese es su hogar, el armario, puede que a él tampoco le haga ninguna gracia eso de tener un humano fuera de su casa.
Y esta es la premisa de la que parte Hay un niño fuera de mi armario, de Anabel Botella. La novela fue ganadora del I Premio FestiLIJ3C, que organiza el Festival de Literatura Infantil y Juvenil de Tres Cantos. Un premio que está promovido por el Ayuntamiento de Tres Cantos, la Librería Serendipias y Ediciones Diquesí. Anabel Botella es una autora prolífica y, aunque esta no es su primera incursión en la literatura infantil, sí que es la que mayor repercusión ha tenido por haberse alzado con el premio del citado festival.
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Mis dos mamás momias, de David Mateo. Presentado por Rebombori Cultural.
La familia es una estructura diversa. En su definición no puede encajarse únicamente el modelo biparental y heterosexual que ha marcado la concepción tradicional de la misma durante muchos años.
Todo esto, diréis, es algo que ya sabemos, algo que conocemos, algo con lo que convivimos, algo que vemos con total normalidad. Pero hoy, con la llegada de este cuento que reseño es momento de preguntarse, ¿es realmente así?
Muchos niños y niñas siguen sufriendo un trato diferente por venir de una familia que algunos aún consideran anormal. Esto es justamente lo que le pasa a Susanita, la pequeña momia protagonista del cuento Mis dos mamás momias, que presenta Rebombori Cultural. Su autor es David Mateo Escudera y cuenta con las ilustraciones de Ferran Cabezas. Pero Mis dos mamás momias es además un proyecto transversal, pues también se presentará en formato Cuentacuentos y además tiene un CD con canciones originales.
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Recomendación literaria: El pequeño Nicolás, de Goscinny y Sempé.
El Pequeño Nicolás es una de esas series de libros que todo el mundo conoce, y por mérito propio. Creada por René Goscinny como guionista (a quien seguro que también conocéis por ser el creador de Astérix) y Sempé como dibujante, es todo un clásico de la literatura infantil. La serie comenzó a publicarse en el formato de historias cortas reunidas que conocemos en los años sesenta, y continuó haciéndolo tras la muerte de Goscinny, cuando su hija quiso recuperar las historietas que habían quedado sin edición.
Todos los libros que podemos encontrar de El Pequeño Nicolás son más que recomendables, y centrarme en alguno de ellos carece de sentido para mí. Lo que yo quiero es recomendar al completo la serie, diciéndoos que si por un casual no habéis leído alguno de los libros que la conforman, corráis a vuestra librería de confianza a por él. Será probablemente lo más enriquecedor que hagáis hoy.
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Ratoncita y el Muro Rojo, de Britta Teckentrup.
Ratoncita vive junto a otros animales en un lugar que está rodeado por un gran muro rojo. El muro rojo es muy alto y no tiene principio ni fin; simplemente está ahí. De hecho, lleva ahí tanto tiempo que todos aceptan su existencia sin plantearse pregunta alguna. Todos menos Ratoncita, que es muy curiosa, y quiere saber más.
Esta curiosidad lleva a Ratoncita a preguntar a sus amigos, los demás animales, qué es lo que saben sobre el muro. Sin embargo, nadie consigue saciar su curiosidad. Aunque ninguno de ellos parece saber muy bien cuál es la función del muro, no tienen especial interés en conocerla. Todos ellos simplemente aceptan la realidad de la existencia del muro sin preguntarse si sería posible cruzarlo. Todos tienen miedo.